Chantaje
Inuyasha es propiedad de Rumiko Takahashi. La trama de la historia es mí autoría. Prohibida la reproducción completa de la misma.
Summary: "— ¿Aceptas?... Era una simple pregunta, pero en su caso la sentenciaba al mismo infierno; y él era el verdugo que se encargaría de conducirla, de darle el golpe de gracia". AU
Avance: Capítulo XVII
Ella apretó el mango de maletín con tanta fuerza que los nudillos de su
mano izquierda se volvieron blancos. La sonrisa tonta en su cara le decía que
estaba jugando con ella. Con su paciencia.
— ¿Qué es lo que pretendes?
Miroku se llevó una mano a la barbilla en forma pensativa. Lo descubrió más
rápido de lo que creía. Era hora de comprender que era imposible tratar de
engañarla, siempre fue una mujer demasiado astuta. Pero, de todos modos, aquel
sobresalto que logró provocarle le hacia corroborar alguna sospechas. Si iba a
jugar su cabeza y su integridad tenía que hacerlo por algo que valiera la pena
pero, por sobre todo, debía saberlo todo… y Kikyou sabía mucho más de lo que
aparentaba.
Las puertas metálicas se abrieron en el piso correspondiente y el salió al
exterior, con aquella sonrisa y rostro tranquilo que lo caracterizaba. Volteó
medió cuerpo, ella aún no había avanzado un sólo paso fuera del pequeño cubículo.
El ceño fruncido y sus ojos fulminándolo con rencor era justamente lo que
pretendía encontrar. Allí estaban.
— Ya sabes lo que pretendo —colocó una mano sobre una de las puertas para
evitar que éstas se cerraran ante la tentativa—; respuestas.
Le sorprendió ver como la fría, inalcanzable y calculadora mujer de
negocios se deshacía delante de él. Los ojos oscuros de Kikyou adquirieron una
mirada cargada de culpabilidad que lo golpeó directo en el estomago. Por un
instante ella no era la misma, sino alguien completamente diferente y
vulnerable. La mascara de su rostro impávido también decayó y dejo asomar una
sonrisa de tristeza. Inspiró profundamente una gran bocanada de aire por la
boca.
El peso de aquello que guardaba celosamente para sí misma estaba consumiéndola.
Tal vez él no estaba preparado para escuchara, pero tenía que hacerlo. Al final
de cuentas quería respuestas y estaba a punto de obtenerlas.
— ¿Kurosawa está implicado?
Ella afirmó su pregunta con un leve movimiento de cabeza. La garganta le
ardió cuando abrió la boca para poder hablar, pero debía hacerlo. Había dejado
que aquello llegara demasiados lejos.
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