jueves, 4 de noviembre de 2010

Eternity: Blondie & Monkey-man

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Eternity
Twilight es porpiedad de Shephenie Mayor. La trama de la historia es propiedad de Valeria Centorbi. Prohibida la reproducción total de la misma.

Nota: "Eternity" es un conjunto de OneShot que mi queria amiga, mi loquita ^.^, me esta regalando por mi cumple de hace dos días. Con su permiso lo estoy posteando en el blog para compartilo con ustedes. Lo unico mio es el summary inventado hace dos segundos XD. Valu, vos sabes lo que este regalo, y sobre todo vos, significas para mi. Te quiero.

Summary: Juntos caminan bajo las manecillas inmóviles del tiempo. Juntos, avanzan ...hacia lo lejano y eterno.

Blondie & Monkey-man

Se sentía estúpida. Algo debía estar mal con él. Era la mujer más hermosa, corrección, la vampira más hermosa. ¿Cómo podía ser que no se interesara en ella? ¿Podía ser que haya alguien más hermosa que Rosalie Hale? Ella estaba convencida que no.

Giró su cabeza en la dirección contraria, caminando hacia el gran bosque que se extendía frente a ella, atenta a cualquier ruido que pudiera escucharse…

Era un estúpido. Pero no le importaba. Si él la consideraba una hermana, ella demostraría lo mismo y no le prestaría más atención.


Su vida volvía a su mente, todos sus recuerdos humanos estaban intactos en su memoria. Las imágenes de sus paseos por los parques con Royce, su pareja en ése momento… Rosalie Hale nunca lo amó, estaba encandilada por la importancia en la sociedad y la belleza con que contaba el hombre. El imponente banquero se interesaba en cualquier mujer que se le cruzara, y las curvas que ésta tenía. Estaba con la joven Hale porque la rubia era una belleza.

Vera, la amiga de Rosalie, era pobre y se había casado con un panadero que no tenía mucho renombre. Sin embargo, cuando los visitó, sintió envidia. La bella mujer sentía envidia y celos del amor y la devoción con que el hombre miraba a su amiga. Rosalie quería que Royce la mirara así, y sus sueños de volverse una mujer felíz y enamorada la abrumaron.

Pero, ¿cómo lograr eso cuando no sentía ni una pizca de amor por el hombre? Ni siquiera él sentía algo así por ella. Estaban prometidos y pronto se casarían, con lo cual ya tenía una mitad del camino recorrida. Luego lo enamoraría, para ella no sería complicado…

Así es, hasta en su época de humana Rosalie Hale era vanidosa. Quería algo, y lo conseguiría cueste lo que cueste, sin importarle las consecuencias.

Pero su mundo se derrumbaría en el momento que saliera de la casa de Vera. Se había hecho tarde, lo reconocía, pero siguió caminando abrigada y sin mirar a nadie, hasta que sintió su voz.

— ¡Rosalie! Ven aquí, nena. —Royce estaba con unos amigos, todos parados en un sector escondido, cerca de la esquina de la calle.

Se acercó con una sonrisa incómoda hacia su prometido. Esos hombres no le inspiraban confianza, incluyendo la mala espina que le traía el hecho que portaran cervezas…

— ¡Te dije que era una belleza! —La apretó contra su costado, mostrándola a uno de sus socios y al resto de borrachos, como si fuera un trofeo…

— Con tanta ropa puesta no puedo ver nada. —Una sonrisa ladina se posó en los labios del hombre, luego de decir esto…

Royce la besó, al tiempo que le quitaba el abrigo. Ella se separó, empujándolo y queriendo correr lejos. No estaba a mucha distancia, y aunque le resultara difícil avanzar rápido con los zapatos de tacón que traía puestos, Rosalie lo intentaría.

Pero la atraparon apenas dio seis pasos, y entre su prometido, junto con los amigos de éste le hicieron cosas impensables y brutales, para luego irse dejándola tirada, creyéndola muerta.

Su cabeza se movió un poco, debido al escozor que sentía en los ojos. Sabía que en este momento, si fuera humana, estaría llorando. Pero no lo era. Gracias a Carlisle, que la convirtió cuando agonizaba, ahora era una de las criaturas más hermosas que existían, y también una de las más peligrosas.

Hermosa, sensual y poderosa. Pero sola y destinada a una eternidad sin cambios. Esto no debería molestarle, ya que era el sueño de toda mujer, pero vivir años sin envejecer y sola, es muy difícil. Rosalie quería casarse, tener hijos, ser abuela y en determinado momento, morir. Aunque eso nunca le pasaría a ella.

Siguió sentada, dura e imperturbable, con el escozor en sus ojos. Abrazando sus piernas, levantadas y pegadas contra su pecho, completamente perdida en un remolino de emociones. Sólo un ruido de pasos veloces, imperceptible para cualquier oído humano, la alertó. Alguien se acercaba. Creyó que era algún Cullen cazando cerca, con lo cual entendería su deseo de estar sola y la dejaría.

Pero se equivocó, ya que no era ningún Cullen oficial. A su encuentro no vino el rubio pelo de Carlisle; Tampoco el pelo caramelo de Esme, o el cobrizo de Edward. Hasta ella llegó un cuerpo enorme, verdaderamente musculoso, y un rizado pelo corto, color marrón. El recientemente convertido, Emmet, la miraba interrogante y con… ¿Preocupación?

Se irguió, recordando su anterior posición. Ella no le mostraría su debilidad a nadie. Lo miró, fiera y retadora, esperando a que él hablara. El enorme vampiro la observó y se acercó un poco, con claras intenciones de estar a su lado.

— Rosalie, ¿qué sucede, bebé? —Le mostró una media sonrisa, buscando una respuesta. Por lo general, la rubia lo ahuyentaba, o lo miraba despectivamente y seguía en lo suyo. Esta vez, sólo recibió una mala mueca, y nada más.

Se volvió a sentar en la roca donde estaba minutos antes, volviendo a su fachada vulnerable. No le importaba que estuviera Emmet, ya que algo impulsaba a Rosalie para liberarse con este vampiro.

Recordó cómo se habían conocido, una vez que ella cazaba y lo encontró delirando, completamente cubierto de sangre en algunas áreas, luego de ser herido por un oso. No lo pensó dos veces, y la rubia lo llevó con Carlisle, ya que dudaba de poder convertirlo ella misma.

Tenía una ligera debilidad por Emmet, que no había tenido nunca con nadie, pero le daba un poco de miedo. Rosalie era débil a la hora del amor, y tenía miedo que la lastimaran, pese a toda la seguridad que destilaba.

Con Emmet era distinto. Él sólo quería estar con ella. Al principio, el vampiro tenía gratitud para con la rubia, debido a que ella lo había salvado, pero con el correr del tiempo, esa gratitud se había transformado en algo más profundo. Él sentía amor por ella.

Se sentó al lado de ella, dándole un poco de espacio, pero demostrándole que podía apoyarla. Quería estar a su lado. Aunque no lo pareciera, debajo de esa coraza de músculos había un corazón noble y dulce.

Rosalie se recostó en el hombro del grandulón, disfrutando del dulce contacto. Él pasó un brazo por el hombro de la dura, aunque frágil, vampira. Ambos se quedaron en silencio, hasta que Emmet rompió la quietud, para declararle sus sentimientos… Era ahora o nunca…

— Rose, te amo… —Y apretó más aún el agarre de su brazo, pero sin ser demasiado rudo.

— Emmet, yo también te amo… —Se apegaron más aún, chocando sus labios, en un dulce contacto…

Sus cuerpos unidos expresaban todo lo que las palabras podían llegar a decir, y eso bastaba para ellos. Porque jamás dejarían de expresarse todo lo que sentían.

Después de todo, poseían toda una eternidad para ello…

Fin

1 comentario:

  1. Le puse, en Reacciones, un Bueno, porque es mio *-*
    JAJAJAJAA!

    Hablando posta, vos sabes tambien lo mucho que te quiero... Sos mucho, Gor :)
    Bueno, me alegro que te haya gustado este primer OS, fue mi primer Emmet&Rosalie.. Espero que este bueno para el resto de la gente tambien, jaja! xD!

    Besoooooooooooooos!♥

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